Este es un trabajo publicado por un miembro de COENER, como un trabajo particular de investigación (Green Paper), por lo tanto COENER no se hace solidaria con su contenido:
Diego González Cruz
LA
SOBERANÍA PETROLERA NO COMIENZA CON CHÁVEZ
LAS
MENTIRAS DE PDVSA
Ante
la publicación, en los principales periódicos del país, por parte de la Junta
Directiva de Petróleos de Venezuela, S.A., el pasado lunes 11 de marzo de 2013,
de una alegoría a los “logros alcanzados
gracias a la ejecución de la Política de Plena Soberanía” en la Industria
Petrolera nacional, el Centro de Orientación en Energía COENER, Considera su
responsabilidad fijar posición acerca de los logros allí establecidos, sobre
los cuales, lo menos que podemos decir
es que están alejados de la realidad.
La
soberanía nacional la ejercen los ciudadanos de una Nación a través del poder
que le otorgan al Estado para que éste, de acuerdo con la Constitución,
defienda los intereses y derechos de cada ciudadano y de la Nación como un
todo. Desde el comienzo del siglo pasado, Venezuela evolucionó en el
perfeccionamiento del control de su actividad petrolera, el cual culmina con la
nacionalización de las empresas extranjeras y la creación de Petróleos de
Venezuela S.A. (PDVSA) en 1976. Una empresa que no obstante ser estatal se
condujo con una visión comercial y con los criterios más avanzados de gerencia.
PDVSA, en poco más de dos décadas se convirtió en una empresa de excelencia
gerencial y de referencia mundial, ubicada entre los primeros cinco lugares de
casi todos los parámetros utilizados para medir eficiencia, accidentalidad y capacidad de producción. El Estado
venezolano, a través de su empresa nacionalizada y de políticas adecuadas, había
cumplido con el mandato de sus ciudadanos de defender sus intereses y
derechos en la explotación de su recurso
más preciado, el petróleo.
Lo
que ocurre con PDVSA a partir del año 2000 parece un guión establecido con la
intención de destruir lo logrado por las gestiones anteriores. Veamos qué tan
cerca de la verdad están las aseveraciones indicadas en la publicación antes mencionada:
Las
MENTIRAS en negritas
1. “Se logró derrotar el Sabotaje
petrolero”
El inadecuadamente llamado “sabotaje
petrolero”, fue un paro cívico nacional,
al cual se unió gran parte de los trabajadores de la industria petrolera y de
la sociedad venezolana, cuyo propósito era manifestar en contra de leyes
inconstitucionales que ponían en peligro el progreso del país y preservar los
principios de meritocracia y profesionalismo en todas las empresas del Estado. El
verdadero sabotaje petrolero lo ejecuta el gobierno al despedir a más de 20.000
trabajadores (más de 250.000 años de experiencia), dejando a PDVSA en situación
minusválida para realizar las actividades medulares de una empresa
petrolera. Hoy PDVSA ha perdido su
participación no sólo en la OPEP, sino en sus mercados tradicionales.
2. ”Rescate y nacionalización”
de la Faja Petrolífera del Orinoco
Cuando
el actual régimen tomó el poder, la producción de la Faja era de 618 mil bpd,
con un plan de expansión a unos 2 millones de bpd en la siguiente década. Hoy
la producción se redujo a unos de 500 mil bpd y los socios potenciales, otrora,
empresas con músculo tecnológico y financiero
han sido sustituidos por empresas, que en su mayoría, sólo presentan como aval
su vínculo ideológico con el actual gobierno. CUPET de Cuba, es un buen ejemplo
de estos socios, país en el cual nunca se ha producido un barril de petróleo
extra-pesado.
3. ”Fin de la tercerización de
nuestros trabajadores”
Aunque el término tercerización no
aparece en el DRAE, éste es aceptado ampliamente como: Contratación de
empresas para que desarrollen actividades especializadas u obras, siempre que
éstas asuman los servicios prestados por su cuenta y riesgo. Pues bien,
la gesta ‘emancipadora’ del actual gobierno consistió
en la expropiación de pequeñas y medianas empresas que, en las áreas operativas
de la industria petrolera, desarrollaban actividades de apoyo. El resultado fue
una hipertrofia de la nómina de la estatal, incremento en los costos
operacionales y desmotivación a la
iniciativa privada, ya que cada acción de expropiación iba acompañada de su
respectiva demonización al emprendimiento privado.
4. “Rescate y nacionalización”
de los taladros petroleros, de los muelles y servicios acuáticos
La nacionalización de equipos de
perforación ha provocado desempleo y
demandas contra la Nación (que muy probablemente se perderán). Los muelles y servicios acuáticos se
encuentran arrumados y abandonados en
las costas del Lago de Maracaibo, lo que demuestra lo inadecuado de esta
medida de nacionalización, la cual ha sido una de las causas fundamentales de la caída de
la producción de petróleo y gas natural en occidente. La inactividad económica
y el desempleo en la Costa Oriental del Lago son uno de los peores efectos.
5. “La migración de los
convenios operativos a empresas mixtas”
Con esta decisión sólo se ha logrado una baja en la producción de petróleo y gas natural de
esas áreas. Adicionalmente y paradójicamente, las empresas mixtas conllevan la
co-propiedad de los recursos, lo cual, en consecuencia, disminuye la soberanía
nacional a través de las alianzas con "gobiernos amigos". Entre los
más relevantes figuran Rusia y China.
6. “PDVSA ahora es roja rojita”
Ojo esto no es mentira. ¡Es verdad!
Se
hizo “roja rojita” en el tristemente célebre discurso del presidente de la
estatal, donde le dijo a los trabajadores que ellos estaban allí por Chávez y
el que no estuviera de acuerdo lo iban a sacar a “trancazos”. Roja rojita para
apartarla de su Misión de ser una empresa petrolera, para humillar a sus
trabajadores obligándolos a realizar actividades que no tienen que ver nada con
una empresa petrolera. Hoy es una
empresa endeudada y en franco deterioro. Los altos índices de siniestralidad
así lo demuestran. PDVSA se ha convertido en un brazo ejecutor del modelo
político del gobierno y ha dejado de ser, vaya curiosidad, una empresa de todos los venezolanos
7. Incremento de la “inversión
social”
Inversión
social implica destinar recursos a generar las condiciones necesarias (salud,
educación, seguridad, empleo, instituciones, garantía de derechos) para el
desarrollo sostenible, en el largo plazo, de los ciudadanos. Es cierto que
Venezuela pasa por momentos que hacen necesario el apoyo perentorio a los
ciudadanos, pero no es menos cierto que el mismo ha sido implementado de manera
inconsistente y con marcados fines electorales. Adicionalmente, la inversión
social realizada a través de PDVSA, tiene como contrapartida una sustancial
reducción de las inversiones en la capacidad de producción. La inversión social
de PDVSA ha significado una grave distorsión en sus funciones medulares, sustituyendo vitales tareas correspondientes al
Estado Venezolano, Hoy tenemos una empresa menos eficiente en las labores que
le corresponde como empresa petrolera y una empresa definitivamente ineficiente
en las tareas de tipo social.. Adicionalmente, estas actividades han sido foco
de corrupción administrativa, consecuencia del poco control. Recordar caso PDVAL
8. “Se logró la justa
distribución” de la renta
La renta proveniente de la explotación
petrolera, es propiedad de la nación, de todos los venezolanos. Sin embargo, la
distribución de la renta tiene un marcado signo político-partidista“, como es
el caso de la asignación de viviendas. Adicionalmente se ha beneficiado a un
sinnúmero de países y personas que no tienen nada que ver con las verdaderas
necesidades de la población venezolana, como los “pobres” norteamericanos que
están recibiendo combustible subsidiado por la filial CITGO. Por otro lado, el subsidio a la gasolina y a otros combustibles
beneficia mayormente a contrabandistas, producto del marcado diferencial de
precios con países vecinos, y a los sectores de mayor poder adquisitivo.
9. la OPEP salió de un largo
letargo con miras a “la defensa del valor del barril de crudo”
No es verdad que los precios han
aumentado y se han estabilizado gracias a la OPEP y menos a la influencia del Gobierno Venezolano. La
OPEP ya no representa una proporción decisiva en el mercado. La producción de
petróleo de la OPEP que era de 26 millones de barriles diarios en 1999, para
2013 se le estima en 30 millones de barriles diarios (crece 4 millones de barriles
diarios en 14 años); mientras la producción de los no OPEP pasa de 46 millones
de barriles diarios en 1999 a 54 millones de barriles diarios en 2013, un
crecimiento neto de 8 millones de barriles diarios. Y lo más triste, la
producción de Venezuela en 1999 era de 3.1 millones de barriles diarios y al 13 de febrero de 2013 se
redujo a 2.7 barriles diarios, según
cifras oficiales, enviadas por el gobierno venezolano a la OPEP.
10. Se “rescató la
administración de nuestros recursos naturales para beneficio de todos los
venezolanos, pero también para los demás pueblos de la gran Patria
Latinoamericana y Caribeña”
Es definitivamente controversial que en el
rescate de la administración de los recursos petroleros, en momentos de precios
record, se haya aumentado la deuda nacional de una manera significativa, mantenido los mismos niveles generales de pobreza, se
haya incrementado la desinversión, reducido los niveles de productividad, abandonado la producción en el campo e
incrementado la importación de bienes y servicios. Aunque se menciona el
beneficio a otros países como un acto de solidaridad, es inentendible que un
país deficitario en infraestructura física en carreteras, viviendas, salud y
educación, se dé el lujo de donar bienes o realizar financiamientos en condiciones altamente inconvenientes para
el país.
11. Se “reconquistó la soberanía
nacional”
Nunca
la soberanía de la Nación venezolana, después de la gesta de independencia,
había estado tan en tela de juicio. En el ámbito económico, el país depende
casi totalmente de los ingresos petroleros y estos “penden del hilo” de los
precios internacionales, sobre los cuales Venezuela no tiene control.
El primer paso para resolver una crisis, es reconocerla.
Aunque el régimen exprese lo contrario, la industria petrolera nacional pasa por los peores momentos de su historia.
Si adicionalmente consideramos que Venezuela,
aparece en los lugares menos privilegiados en estudios recientes sobre
transparencia en las negociaciones con el Estado y que los entes contralores,
como la Contraloría General de la República, o la Asamblea Nacional, no cumplen
con las funciones que le son inherentes cuando las denuncias están orientadas
contra algún ente del gobierno, como los casos de PDVAL, el accidente de Amuay,
entre otros, estamos en la mayor falta de transparencia: Se oculta
intencionalmente la crisis y no se realiza la contraloría necesaria.
Venezuela tendrá que realizar
cambios estructurales de gran importancia en la industria de los hidrocarburos,
si quiere aprovechar las oportunidades que representan los ingentes recursos
con que cuenta. Estos cambios pasan por superar la situación precaria de la
infraestructura física del sector y por cambios fundamentales en el área
institucional, única manera de rescatar la credibilidad como país exportador de
petróleo que tuvo por muchos años y de esta forma atraer inversiones,
tecnología y mercados.
Caracas, 03 de abril de 2013
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